Realizar ejercicio al aire libre tiene múltiples beneficios que van más allá de mejorar el acondicionamiento físico. La actividad física en espacios al aire libre tiene un mayor impacto en el bienestar mental que la realizada en espacios cerrados.

Esto se debe a varios factores como la luz solar, el aire fresco (beneficioso para el cerebro), mayor adherencia a la práctica física y un aumento del gasto calórico.

Para realizar ejercicio de forma segura, es recomendable tener en cuenta el clima, ropa térmica para el frío, protector solar y gafas de sol para los días de calor, sin olvidar que tanto el calor como el frío extremo pueden ser peligrosos.

Calienta antes de entrenar, evita los días en los que haya mucha contaminación y por último estira adecuadamente tras el ejercicio. Si vas a realizar deporte de noche o cerca de lugares por donde circulan coches, utiliza ropa que refleje.